Paso 1: Examina la lista de ingredientes
Encuentra la lista de ingredientes: En la etiqueta nutricional de los alimentos procesados, la lista de ingredientes suele encontrarse cerca de la información nutricional. Es importante buscarla y revisarla detenidamente.
Paso 2: Observa el orden de los ingredientes
Orden por cantidad: Los ingredientes se enumeran en orden de cantidad, desde el más abundante hasta el menos abundante. Los primeros ingredientes son los más prominentes en el producto. Presta especial atención a los primeros cinco ingredientes, ya que representan la mayor parte del producto.
Paso 3: Evita ingredientes poco saludables
Azúcares añadidos: Evita alimentos que tengan azúcares añadidos en los primeros ingredientes. Estos pueden aparecer con nombres como jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa, glucosa, dextrosa, entre otros.
Grasas trans: Evita alimentos que contengan grasas trans parcialmente hidrogenadas. Estas grasas son perjudiciales para la salud cardiovascular.
Sodio en exceso: Controla el sodio en la lista de ingredientes. El sodio puede ocultarse detrás de nombres como sal, bicarbonato de sodio, glutamato monosódico (MSG) o benzoato de sodio.
Colorantes y aditivos artificiales: Ingredientes como colorantes artificiales (por ejemplo, FD&C Yellow No. 5) y aditivos pueden tener efectos negativos en la salud y deben ser consumidos con moderación.
Paso 4: Busca ingredientes saludables
Fibra y granos enteros: Busca alimentos que contengan granos enteros y fibra. Los granos enteros suelen aparecer como “harina de trigo integral” o “avena integral” en la lista de ingredientes.
Proteínas magras: Si estás buscando proteínas, elige alimentos que enumeren fuentes magras como pollo, pavo, pescado o legumbres en la lista de ingredientes.
Ingredientes naturales y reconocibles: Opta por alimentos con ingredientes que puedas reconocer y pronunciar. Los productos con menos ingredientes procesados suelen ser más saludables.
Frutas y verduras: Si buscas productos procesados, elige aquellos que contengan frutas y verduras reales en lugar de sabores artificiales.
Paso 5: Ten en cuenta tus necesidades dietéticas
Alergias e intolerancias: Si tienes alergias o intolerancias alimentarias, verifica cuidadosamente la lista de ingredientes para evitar cualquier sustancia que puedas reaccionar.
Preferencias dietéticas: Asegúrate de que los ingredientes se ajusten a tu dieta, ya sea vegetariana, vegana, sin gluten, baja en carbohidratos, etc.
Paso 6: Compara productos
Comparación entre productos: Al leer las etiquetas de ingredientes, compara varios productos similares para elegir el que mejor se adapte a tus necesidades nutricionales.
Recuerda que la clave para una alimentación saludable es la moderación y la diversidad. Evitar alimentos procesados siempre que sea posible y optar por alimentos frescos y naturales es la mejor manera de mantener una dieta equilibrada. Utiliza esta guía para tomar decisiones más informadas cuando compres alimentos procesados y mejora tu salud en general.